El Gobierno respondió al diputado y Portavoz de Los Verdes, en septiembre de 2004, que “el Ministerio de Sanidad y Consumo no está promoviendo ninguna iniciativa legislativa, para logra el reconocimiento jurídico pleno a una muerte digna”, a la eutanasia, contestando a una pregunta parlamentaria presentada por el diputado.
En mayo de 2005, el debate de la eutanasia se reabrió - después del caso de Ramón Sampedro en 1998 -, con la muerte de Jorge León, pentapléjico que había manifestado, en reiteradas ocasiones, su deseo de morir.
El Portavoz de Los Verdes, recordó en ese momento, ante la prensa, la “necesidad de regular el derecho a una muerte digna, como expresión del derecho a la autonomía individual y de la evitación de sufrimientos insoportables e inútiles". Tras poner de manifiesto que "cada cierto tiempo surge a la opinión pública casos de personas que demandan una muerte digna y que una legislación autoritaria, paternalista y cruel les impide", Garrido defendió que "el derecho a la autonomía individual pasa por el innegable derecho a la propia muerte, máxime en condiciones en las que la propia vida deja de ser digna de ser vivida a juicio de la persona".
Web de interés: http://www.eutanasia.ws/
9 comentarios:
Para mí el problema principal no es el hecho de que la eutanasia se aplique o no, sino el rechazo a la naturaleza de la persona en la sociedad actual: pretender que una persona que va a morir no lo haga es, como mínimo, contranatura. Si las circunstancias no han acabado con la vida de una persona en condiciones normales, ¿Quién es lo suficientemente sabio para decidir el momento justo? Nadie.
Aceptar la muerte como parte del ciclo vital de un ser humano es algo que no está de moda. Hedonistas de nosotros, conteplamos cómo la técnica nos ofrece la "vida eterna". En oposición, muchos religiosos, por ejemplo, firman una voluntad según la cual en caso extremo no se les apliquen estos tratamientos. No considero, personalmente, la muerte como un derecho, sino la vida como una oportunidad. El rechazar la oportunidad es un desprecio hacia ese otro derecho humano que es la vida. Siempre siempre habrá una oportunidad de disfrutar de lo que se tiene, aun con movilidad reducida (una buena conversación, un garbeo por la naturaleza, una película, un libro, el sentido del humor, un juego de mesa...). No elegimos nacer, pero una vez vivos, la felicidad es el mejor agradecimiento a todos aquéllos que nos acompañan en nuestro viaje hacia la muerte.
Un largo comentario, pero el tema no es sencillo...
Saludos de un joven astur ;)
El problema es que en nuestra sociedad la mayoría de las vivencias que experimentamos no son "naturales", es decir, son creadas por nosotros, el ser humano. Y la cuestión reside en que no vivimos como la mayoría de los animales, únicamente para comer, dormir y procrear. Los seres humanos tenemos inquietudes y pensamientos. Yo pienso que cada uno es dueño de su propia vida, y pude decidir hacer con ella lo que quiera, siempre, claro está, teniendo respeto y consideración hacia todos los demás. También creo que si alguien desea, por cualquier motivo, dejar de vivir está en todo su derecho a hacerlo de una forma digna. No todas las personas pasan por las mismas experiencias y a veces la vida hace que te plantees cuestiones tales como cuál es el sentido de la vida. Esta sociedad que hemos creado puede resultar en ocasiones un lugar infernal donde no es nada deseable vivir y... ¿por qué tener que vivir aquí contra nuestar voluntad y nuestros deseos? ¿por qué tener que soportar la tortura constante a la que nos somete la sociedad?
Esta es una cuestión muy amplia en la que entran en juego muchos factores importantes, pero si lo tuviera que resumir en una frase diría: "Sí a la eutanasia". Al igual que la decisión de traer a un ser a la vida está en nuestras manos debemos dejar que se vaya, si esa es su voluntad, ya que nadie tuvo la opción de decidir en un primer instante si quería vivir o no.
Es un asunto muy complejo y lleno de matices. La eutanasia es complicada. ¿A que llamamos eutanasia? En mi humilde opinión cuando alguien en plenas facultades mentales ( corroboradas por psicólogos y psiquiatras) , siendo mayor de edad por supuesto y con trabas físicas que hacen muy díficil su vida decide que no quiere seguir viviendo. Si decide -obviamente tras un periodo prolongado de reflexión, - que desea poner fin a su vida creo que hay que respetar esa medida y facilitarle los medios para tal fin si esa persona no puede hacerlo ella misma. ¿ Es la eutanasia igual a suicidio? En absoluto. La eutanasia es ( o debería ser ) una decisión meditada, reflexionada profundamente por áquel que se va a someter a ella sin dejarse arrastrar por influencias externas. No influyen ( o no deberían ) como en el caso del suicidio depresiones, ansiedades, carencias afectivas y todo tipo de problemas psicológicos o psiquiatricos. Desde luego si el que solicita la eutanasia tuviera algunas de estas patologías ya estaríamos hablando de suicidio y habría que tratar de impedirlo, ya que nadie se suicida libremente, sino abatido por que no es capaz de vivir lo que le depara la vida. Aunque esté a favor de la eutanasia jamás, jamás, jamás se la recomendaría a nadie. Únicamente me parece una opción respetable. Y teniendo en cuenta todos los requisitos que se requieren, casos de eutanasia sólo podrían darse en contadísimas ocasiones. La enorme mayoría de personas qu podrían cumplirlos le darían un sí a la vida dando un ejemplo admirable de lucha y superación a toda la sociedad.
Ahí está el asunto, ahí: ¿Puede realmente cada uno hacer con su vida lo que quiera? ¿Podemos hacer cada uno con nuestras posesiones lo que nos dé la real gana?
Y es que las cosas que pertenecen a cada uno no sólo pertenecen a su dueño. Me explico: ¿Por qué el dueño de una empresa, si decide recortar plantilla, se encuentra con montones de trabajadores enfurecidos dispuestos a quemarle la casa? ¿Por qué el dueño de una casa, al venderla a un precio abusivo, es tachado de cerdo capitalista inhumano?
La respuesta es bastante sencilla: porque lo que en derecho, efectivamente, nos corresponde, afecta a mucha gente en tanto que el ser humano es un ser social, que actúa e influye sobre su entorno. Así, no se podría decir con toda seguridad que la vida de uno es exclusivamente propiedad suya, y hay mucha gente que de una u otra manera depende de esa persona o de esa vida. Personalmente, si mi mejor amigo decide un día quitarse la vida, me sentiría muy dolido, puesto que tengo dependencia de ella (de su vida y lo que ello significa). Y no creería de ningún modo que su vida es exclusivamente suya: hay familiares, hay amigos, hay vecinos, compañeros... que han depositado en el otro una mayor o menor cantidad de afecto o necesidad, una mayor o menor cantidad de sus vidas, que tienen también derecho a ser respetadas. Hay incluso gente que se desconoce, que está esperando ayuda o consuelo o una sonrisa o un buen chiste, y que desde luego no mejorará nunca con un muerto. Y otra gente que habrá ayudado, a veces durante años (p.ej.: la familia), a construir con esfuerzo la vida de una persona que, si decide morirse sin pensar en ellos y su dedicación, verán con razón despreciada su entrega.
Me quedo atónita con la gente que se atreve, de manera totalmente egoista, a poner como argumento que alguien no puede decidir su muerte, además por extremo sufrimiento o por llevar una vida terrible, porque los otros, el entorno, lo echarán de menos, o porque mucha gente depende de él (del enfermo). Para empezar, es al revés: son estas personas las que dependen de todo el mundo que les envuelve, desde gente a máquinas. Y no se les puede pedir que, porque el amigo o familiar en cuestión no se ponga triste con la pérdida, este ser tenga que continuar sufriendo a un nivel extremo. Todos morimos, tarde o temprano, y la gente que nos rodea tiene que asumirlo, cuando llega el momento. De echo, lo hace. Del mismo modo, tiene que asumir esta muerte, aunque esté provocada (o mejor dicho, ayudada, ya que, en condiciones naturales, sin máquinas ni medicamentos de la modernidad, ya estarían muertas).
Yo no soy nadie para decirle a otro cómo debe vivir su vida, ni siquiera si debe vivirla. Las personas que se plantean la eutanasia están en situaciones extremas de dolor y/o inmovilidad y/o dependencia. Si me encontrara en esta situación, desearía poder elegir libremente. Discrepo totalmente del comentario de el compañero que afirma que "no se podría decir con toda seguridad que la vida de uno es exclusivamente propiedad suya". Yo sí lo afirmo: "mi vida es mía". Nadie tiene derecho a decidir sobre ella. Sobre todo, en cuestiones tan esenciales. Imaginaos una persona sin poder mover ni un dedo, ni el cuello, sólo pudiendo parpadear, sin poder ni hablar... ¿Quién somos el resto para obligarle a "vivir", mejor dicho "malvivir" así? Muy fácil hacer según qué afirmaciones, sin estar postrado en una cama... Si una buena conversación, un libro o una película compensan, tiene que decidirlo el sujeto en cuestión. Nadie más. Los humanos siempre jugamos a ser Dios y nos creemos con derecho sobre el resto que nos rodea.
Ana
YO PIENSO QUE ESTE PROBLEMA NO HAY QUE TOMARLO A LA LIGERA.PARA EMPEZAR NO nos concierne a nosotros decidir sobre la vida de nadie ni siquiera a nosotros.Eso le concierne a la naturaleza.En todo caso opino que si un enfermo es terminal no debe alargarse la vida con ninguna aplicacion de la medicina.Se le debe dejar morir naturalmente.Asi que no seamos tan radicales y pensemos que el hombre lo puede decidir todo.La vida no se entiende sin la naturaleza asi que debe ser de ella la desicion de quien debe o no morir.
La eutanasia es un tema muy complejo y delicado ya que estamos hablando de terminar cn la vida de un ser humano.
De una manera trascendental la vida es un derecho y es muy valido que atentar contra esta no se encuentre justificado. Pero tambien hay casos empiricos que son olvidados socialmente y culturalmente y son en estos casos donde se apela a las autoridades y a las nuevas ciencias medicas que re- mediten la opción de la eutanasia, via el ser humano como un fin .
Quiero destacar a las personas que estan en contra de la Eutanasia ya que dicen que es inmoral y que no tenemos el deerecho de decidir sobre nuestra vida. sobre todo porque esta es un regalo que Dios nos entrego ( para aquellos que somos creyentes). comparto esta opinion pero considero que vivir conectado las 24 horas para poder "sobrevivir" no es un caso natural por el contrario se transforma en un acto post-humano ya que si no dependiese de esos aparatos artificiales la persona no estaria con vida. por consecuente estan alargando un sufrimiento y no una vida . esto lo considero un pecado en el cual solo seres egoistas e irracionales pueden participar.
Si a la vida, pero Al buen habitar.
toda persona tiene derecho a nacer y a morir dignamente. solo Dios nos juzgará por los actos en la tierra y si su voluntad es que descansemos no podemos estar conectando a las personas y obligandolas a sobrevivir de una manera inhumana.
solo eutanasia en casos justificados como en enfermos dependientes terminales si esque ellos apelan a esto...
Busca primeramente el reino de Dios y su justicia.
Mateo 6:33
La cerrazón humana nos hace pensar de una manera estúpida ante la eutanasia que, por cierto, significa buena muerte desde un punto de vista moral quizás no es moral ayudar a alguien a morir, pero la moralidad contra el sufrimiento humano, ha de dejarse a un lado.
MENOS HABLAR Y MÁS ACTUAR/INVERTIR.
Todos podemos hacer alguna cosa para mejorar la naturaleza y cuando digo todos me refiero a todos.Seguro que unos podran hacer más y otros menos. Estoy harto de oir hablar que nos estamos cargando nuestro maravilloso planeta, pero muy pocos hacen alguna cosa.Nos acusamos los unos a los otros y creo que ya es hora de aportar nuestro grano de arena en la medida de nuestras posibilidades.Actuemos en lo que podamos con resultados reales aunque sean pequeños. Alguien dijo que las cosas grandes se consiguen con la suma de pequeñas partes.Soy un amante de las nuevas tecnologías respetuosas con el medio ambiente. Mi comentario es para animaros a todos que por pequeña que sea vuestra acción/inversión cada vez vamos sumando en lugar de restando.
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